Una de las cosas que más me gustan es poder disfrutar de las playas de la Costa Brava y sobretodo de mi pueblo, cuando no hay gente, cuando ya no hay turistas. Las playas son más bonitas en otoño o invierno. No es así?
Con diferencia de una semana, he podido disfrutar de un domingo soleado, perfecto para dar un paseo o bien correr, hasta unos días de levante, con sus olas y dejando ver lo bravo que es el mar. Me encantan sus dos facetas e intento disfrutar de las dos.
Os dejo con un vídeo de un domingo de running, donde el sol iluminaba todo, y hacía más apetecible correr.
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